Al estudiar a la única momia altaica, de aproximadamente de 2.500 años de antigüedad, los científicos de Novosibirsk Andréi Letiagin y Andréi Saviólov descubrieron que la ‘princesa’, que murió a los 25 años de edad, sufría de osteomielitis, una infección del hueso o la médula ósea.»Cuando tenía poco más de 20 años de edad empezó a padecer otra enfermedad grave: cáncer de mama, que la destruyó dolorosamente» en unos cinco años, escribió la arqueóloga Natalia Polosmak, que fue la primera en realizar el importante hallazgo de los restos de Ukok en 1993.
«Durante la proyección de imagen de las glándulas mamarias, nos fijamos en su estructura asimétrica y la asimetría variable de la señal de la resonancia magnética. Se trata de un tumor primario en la mama derecha y los ganglios linfáticos axiales con metástasis», afirmó Andréi Letiagin, del Instituto de Fisiología y Medicina Fundamental, citado por el periódico ‘The Siberian Times’.
El científico concluyó que está «bastante seguro del diagnóstico», ya que solo «el cáncer podría haber tenido un impacto tan grande». No obstante, aseguró que «es difícil de decir» si la enfermedad se convirtió en la causa directa de la muerte de la ‘princesa’, dado que también se encontraron indicios de graves traumas que tuvo poco antes de su muerte, incluidas luxaciones de las articulaciones y fracturas del cráneo.